
01 Mar Las periodistas feministas cuidan de la democracia y velan por los derechos de la ciudadanía
*Por Beatriz Sanz Olandía. Intervención en el acto de celebración del 40 aniversario del Estatuto de Autonomía de Castilla y León
Buenas tardes y muchas gracias por invitarnos a esta celebración reivindicativa del Estatuto de Autonomía.
Siento decir esto, pero la verdad es que la organización a la que represento, la Asociación de Periodistas Feministas de Castilla y León, es, de lejos, la que más le gusta a Vox. Es así. Somos mujeres defendiendo nuestros derechos… Y periodistas comprometidas con una profesión seria, que apuesta por la democracia y la igualdad. Tenemos todo el pack.
No teníamos ninguna duda de que la mujer, sus derechos, la violencia de género, la igualdad… estaban en el punto de mira. Por eso, cuando supimos que el Partido Popular (PP) le reglaba el poder por primera vez en democracia a la extrema derecha, las feministas conocíamos ya la que se nos venía encima. Y no hemos dejado de advertirlo y señalarlo desde entonces. Aún a costa de que se nos haya tachado, una vez más, de locas, exageradas o histéricas.
Violencia de Género
Vox niega la violencia de género mientras el PP mira hacia otro lado y le permite, no solo negar esta realidad; sino atacar aquellas leyes que tanto nos ha costado a las mujeres conquistar. No hablamos solo de la ley de violencia de género de Castilla y León que, por cierto, nos prometieron tramitar lo antes posible y nada se sabe de ello. Hablamos de derechos consolidados como el aborto. Sin ningún tipo de sonrojo, Vox ha colocado en el debate público un asunto ya superado fomentando el desconocimiento con ideas absurdas irrealizables escondidas bajo una pátina de paternalismo y machismo que creíamos superados.
Si hablamos del Estatuto de Autonomía, aún hay quien cree que la advertencia de que Vox y el PP se lo están saltando es una frase hecha. O si la decimos las mujeres feministas, una exageración. Pero vayamos a lo concreto: la discriminación positiva es un mandato.
El artículo 14 del Estatuto es claro: Los poderes públicos de Castilla y León garantizarán la transversalidad del principio de igualdad de género en todas sus políticas, promoviendo acciones positivas para lograr la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres. Sobre todo en los ámbitos educativo, económico, laboral, en la vida pública, en el medio rural, en relación con la salud y con los colectivos de mujeres en situación de necesidad especial, particularmente las víctimas de violencia de género.
Y el artículo 16, en su punto 22 recoge la garantía del derecho de los ciudadanos a recibir una información plural y veraz. En sus relaciones con los medios de comunicación, los poderes públicos de la Comunidad respetarán los principios de transparencia y objetividad.
En la práctica sabemos que esto no es así; quizás nunca lo haya sido, ya que se viola flagrantemente cuando se usa el dinero público para amordazar o desangrar a los medios. Y desde luego, se falta a este artículo cuando un partido como Vox señala a periodistas, las insulta en redes sociales, son vetadas en actos públicos o se dificulta que desarrollen dignamente su trabajo… Queda claro, pues, que su desprecio hacia nuestra profesión es máximo.
Perspectiva de género en el periodismo
Pero tampoco en esto el periodismo está libre de pecado. La precariedad, los sueldos irrisorios, las duras condiciones de trabajo o las organizaciones kafkianas que en ocasiones tenemos que afrontar los periodistas explican parte de los males que aquejan a la profesión y que pueden derivar en un periodismo más laxo, más declarativo, menos vigilante. Pero no nos engañemos. El periodismo tiene la obligación de actualizarse, repensarse y redefinirse ante un panorama político que ha cambiado, igual que llevamos años pidiendo a los periodistas que introduzcan la perspectiva de género, que abran la mirada y no dejen fuera a más de la mitad de la población. No olvidemos que el rigor y la perspectiva de género hacen del periodismo un instrumento fundamental en la lucha contra la violencia de género, en la lucha por la igualdad real.
No es lo mismo Vox que el resto de partidos. No es lo mismo informar de la ultraderecha que de otras opciones democráticas, no podemos seguir haciendo el mismo periodismo. Tenemos que ser responsables con el qué contamos y cómo lo contamos. Desmontar falacias, no alimentar el ruido, contar siempre con voces expertas y no dar por buena cualquier opinión… porque todo el mundo puede opinar, pero no todas las opiniones son respetables.
Y en esas están las periodistas feministas. Que no somos solo las que integramos esta asociación. Son muchas las mujeres periodistas que día a día ponen su granito de arena, anónimamente, para cuidar de la democracia y de nuestros derechos.